A tenor de lo ocurrido recientemente en las proximidades de León, no puedo evitar cuestionarme ciertos aspectos de los trenes Talgo.
Sin ánimo de levantar polémica estéril pero sí de poner en público conocimiento ciertas cuestiones que no dejan de ser interesantes.
Supongo y espero que independientemente de las actuaciones que inician ADIF y RENFE para esclarecer las causas del siniestro y depurar responsabilidades si las hubiere; creo que sería muy interesante saber y conocer los resultados que Talgo obtiene tras la realización de un informe del siniestro.
Quiero creer firmemente que Talgo no se limita a reparar el material siniestrado y sí que amplía sus actuaciones al estudio del suceso para extraer conclusiones válidas para el incremento de la seguridad de sus trenes.
No olvidemos que Talgo construye y mantiene el material que nos ocupa. Y debe ser muy gratificante saber que una empresa como Talgo se preocupa por la seguridad y de cada siniestro que se produce extrae experiencias que aplica en posteriores desarrollos de su material para acentuar la seguridad.
Porque ya empieza a resultar incómodo que cada vez que se produce un descarrilo del material Talgo venga a renglón seguido el consabido incendio.
Me gustaría saber cuál es el grado de incremento en la seguridad el hecho que se trate de composiciones semi-indeformables. Es decir cuál es el índice de incidencia del llamado 'efecto acordeón' del material Talgo frente al material convencional.
Hasta qué punto la ligereza de peso influye en un debilitamiento de la estructura del bastidor y desde luego hasta qué punto la estructura laminada y perfilada de la caja resiste con un índice más que aceptable los choques y descarrilos.
En general, Talgo debería revisar sus sistemas de seguridad pasiva y mostrar que efectivamente dichos sistemas son un refuerzo en la seguridad y un aliciente para seguir por el camino iniciado.
Un saludo.