Al fin llegue a Leon,tras una larga jornada de trabajo y de una circulacion endiablada,me tomo un respiro cuando...¡ZAS!
Me avisan que tengo que recoger una 252 estropeada,dita sea,para colmo de mis males el semaforito no se me pone en verde,y venga a esperar y que no cambia siempre en amarillo.
Decido saltarmelo,pero no se lo digais a los jefes,me dispongo a dar marcha atras y cambiar el sentido de la marcha y es cuando encima las agujas no cambian los carriles.
Sin lugar a dudas este es un dia de perros.